viernes, 27 de diciembre de 2013

CARTA DESDE MADAGASCAR


Qué fácil es hablar de felicidad cuando no tenemos humanamente hablando razón alguna para no sentirnos bien, cuando podemos pasar unas fiestas navideñas en familia, sin dificultades económicas ni acontecimientos que nos impidan de que así sea. A mi familia, amigos, amigas, y todos los que de una manera u otra compartís nuestra labor y misión aquí en Madagascar, de todo corazón os deseo un año más, celebrar estas fiestas Navideñas en Paz y ser lo más felices que podáis.

Nosotras, como cada año, intentaremos acercarnos un poco más que de costumbre a la gente que nos rodea y con ellos celebrar este tiempo tan especial para todos, ya nos esperan y nos preguntan cuándo haremos nuestra fiesta. Reuniremos a unas trescientas personas con pocos recursos y pasaremos una velada alegre, con música, donde los más atrevidos muestran sus talentos como cantantes o poetas o como humoristas, todo es bueno para olvidar por un momento la difícil realidad de la vida.Al final llega un muy pequeño presente: un poco de arroz, unas judías, azúcar, una vela, cerillas, jabón y unas golosinas que no es cosa habitual en los tiempos que corren.

También haremos una visita a la cárcel y les llevaremos compañía, un poco de arroz y lo que buenamente se pueda, porque allí en
la cárcel reciben solo unos trozos de mandioca al día. Por curioso que parezca las golosinas son muy deseadas. Supongo que la falta de azúcar hace que el organismo mismo las reclame.

Seguimos con los apadrinamientos. Una de las chicas terminó la secundaria y ahora estudiará un año más para hacer secretariado, contabilidad y gestión. Un joven empieza también en una escuela de ebanista…Después de unos años de esfuerzo se recogen frutos. !!Gracias padrinos¡¡

El centro de promoción femenina también sigue adelante, éste año como de costumbre los resultados de los exámenes han sido satisfactorios, sobre quince chicas que se presentaron, solamente suspendieron tres. Este año vienen a clase un total de treinta y siete, se cuentan por los dedos de una mano las que provienen de una familia con padre y madre que miren por ellas.

Estamos llevando a cabo un proyecto nuevo, que es nuestra participación en un comedor para los niños de una escuela de un poblado lejos de Ambositra. Un sacerdote que está haciendo una muy buena laboren ese pueblo (Andina) nos dijo que no podía seguir por falta de medios, y por suerte, nosotras recibíamos un donativo y sin dudar lo compartimos. Gracias y siempre gracias.

FELICES NAVIDADES, PAZ, ALEGRIA. Con todo mi afecto y oración

Gracias por estar ahí acompañándonos

 Sor Alegría Fernández SMSM